De Mayahuel a la Virgen de Los Remedios

Mayahuel era considerada la diosa del Maguey dentro de la cosmogonía náhuatl. La leyenda cuenta que Mayahuel era una de las tzitzimime o espíritus que habitaban la esfera celeste como estrellas. Se dice que Quetzalcóatl subió al cielo y convenció a Mayahuel de escapar con él hacia la tierra. La abuela y guardiana de Mayahuel se dio cuenta de su huída y junto con las otras tzitzimime, la persiguieron. La pareja se transformó en un árbol con una rama bifurcada. Las tzitzimime destrozaron a Mayahuel convertida en rama, dejando a Quetzalcoatl intacto. Este enterró sus restos y de ellos surgió la planta de Maguey.

Mayahuel era representada como una mujer joven de múltiples pechos de los cuales brotaba el aguamiel, con este líquido Mayahuel alimentaba a los Centzon Totochtin o Cuatrocientos Conejos, dioses de la embriaguez, el pulque y los borrachos. El culto a Mayahuel se relacionaba con la fertilidad, la tierra y el mundo vegetal. Durante la Colonia muchas de las imágenes de los mitos prehispánicos fueron apropiadas por los misioneros católicos, los cuales aprovecharon las estructuras de culto existentes.

Una pequeña imagen de la Virgen de los Remedios de madera fue traída de España por Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los soldados que acompañaron a Hernán Cortés durante su viaje de conquista. La imagen se exhibió en el Templo Mayor en un espacio ocupado anteriormente por una imagen de Huitzilopochtli, dios principal del panteón azteca.  Durante la derrota de los españoles en la Noche Triste en junio de 1520, la imagen fue escondida dentro de un maguey y se creyó perdida durante veinte años. No fue sino hasta el año de 1540 cuando la imagen reaparece, encontrada por el cacique Juan de Tovar Ce Cuautli y llevada al cerro de  Otomcapulco donde aún se encuentra su Santuario.